El 8 de enero de 1914, se emitieron billetes revolucionarios que tenían como lugar de origen la ciudad de Monterrey. Las denominaciones impresas fueron de 10 y 50 centavos y de uno, dos y cinco pesos; todas llevan la leyenda impresa: “República Mexicana” y bajo ésta se lee “División del Bravo, Cuartel General”, de ahí que los especialistas en numismática llamen a la serie “Vales del Bravo”.

Esta serie está firmada por el jefe de Hacienda, R. Garza Aldape, el general en jefe, Joaquín Téllez y Salomé Botello, gobernador del estado. Las emisiones pertenecían al orden “huertista”, es decir, estaban respaldadas por aquellos que apoyaban al gobierno de Victoriano Huerta.

Los billetes circularon ampliamente entre la ciudadanía desde su emisión hasta que la ciudad y el gobierno cayeron en manos de las fuerzas de Antonio I. Villarreal en abril de 1914, quien la reclamó en nombre del carrancismo.

En algún momento, estas emisiones circularon en Nuevo Laredo y San Luis Potosí, donde fueron validadas nuevamente para su uso local.