Introducción
La creación de estas divisas se remonta a las primeras décadas del siglo XIX. Se trata de dos insignias que, probablemente, fueron usadas con la finalidad de servir como emblema de lealtad y defensa del monarca Fernando VII durante la crisis de la monarquía española.
Fernando “el deseado”
Fernando de Borbón, hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, nació en El Escorial, Madrid, el 14 de octubre de 1784. Aunque era el legítimo heredero al trono español, fue marginado por causa del primer ministro Manuel Godoy, quien ejercía su autoridad a costa del monarca.
En marzo de 1808, durante el llamado Motín de Aranjuez, Godoy fue derrocado y Carlos IV abdicó en favor de su hijo, que asumió el trono como Fernando VII. Meses después, el rey fue capturado por las tropas de Napoleón y obligado a abdicar en favor de José Bonaparte.
La invasión napoleónica y la ocupación francesa, provocaron devastación en la población española. Al monarca cautivo, la misma población le dio el mote de “el deseado” dadas las expectativas y esperanzas que infundía su liberación y restablecimiento al orden en su patria.
Para que todos los súbditos de la corona mantuvieran la lealtad al rey, los partidarios de la monarquía desplegaron un aparato propagandístico que incluyó ceremonias de juramento, retratos, efigies, grabados, alegorías, acuñación de monedas, cintas y escarapelas con la figura de Fernando VII.
Se tiene noticia de que una vez que en los territorios novohispanos se dio a conocer la proclamación del rey, las autoridades virreinales mandaron hacer parafernalia alusiva al monarca. Por ejemplo, en Santa Fe, Nueva Granada se mandaron hacer escarapelas de plata con el mensaje de Fernando VII, para portarse sobre el pecho o el brazo y en Pamplona recurrieron a las divisas, colocando la F y el 7 en sus sombreros como homenaje a Fernando VII.
Iconografía
La efigie de Fernando VII sigue las pautas iconográficas que marcó la monarquía hispana: casaca de coronel de Guardia de Corps, banda albiceleste correspondiente a la Orden de Carlos III y apenas visible la condecoración del Toisón de Oro.
La imagen se encuentra circunscrita por la leyenda “FERNANDO VII BORBON, R. DE ESP. E IND” (Fernando VII Borbón, Rey de España e Indias) y la cruz templaria, quizá en alusión al sacrificio que representaba el cautiverio del monarca. La insignia se encuentra laureada en señal de triunfo y victoria.
Por su parte los caracteres F. 7. de la insignia inferior, que se refieren a Fernando Séptimo. Estos se encuentran englobados, coronados y flanqueados por las columnas de Hércules que, desde 1516 bajo el reinado de Carlos I de España, forman parte del escudo hispano y hacen referencia a la mitología griega según la cual los pilares marcaban el fin del mundo hasta antes conocido.
Fuentes:
Roger Pita Pico, “Representaciones simbólicas en las juras del Rey Fernando VII en la Nueva
Granada: estrategias de imagen y poder para un imperio amenazado”, Ensayos. Historia y teoría del arte, Bogotá, D.C., Universidad Nacional de Colombia, Vol. XXIV, No. 39 (julio-diciembre 2020), pp. 23-55
Víctor Mínguez, “La ceremonia de jura en la Nueva España. Proclamaciones fernandinas en 1747 y 1808” en Varia Historia, Belo Horizonte, Vol. 23, no. 38, Jul/Dez 2007, pp. 273-292. https://doi.org/10.1590/S0104-87752007000200003