Simón buscó durante varios años el lugar referido y la figura; peregrinó por algunas ciudades de Francia y España hasta que en la provincia de Salamanca escuchó noticias de dicha peña.

El 14 de mayo de 1434, Simón encontró una figura de la Virgen, enterrada en lo alto de un peñón enclavado en la Sierra de Francia; el peregrino cambió su nombre a Simón Vela y dedicó sus esfuerzos a promover su culto.

En este sitio se erigió un santuario que hasta la fecha es un destino de peregrinación y está administrado por la orden de predicadores dominicos.

Las fuentes históricas han brindado datos similares sobre la narrativa de la aparición y devoción la Virgen de la Peña de Francia, pero difieren en cuanto a la descripción de la misma, por lo que su tipología no se adapta a un modelo único. Coinciden únicamente en que la Virgen lleva al Niño Jesús en brazos; en ocasiones se encuentra de pie y otras entronizada, a la usanza medieval.

La representación mariana que forma parte del acervo del Museo de Historia Mexicana, corresponde a la de un grabado de 1756, hecho por Félix Prieto de Salamanca, que la describe así: “Se presenta la imagen [de la Virgen] en forma de una pirámide de base ancha, cubierta de un rico manto y adornada con un collar que pende del cuello. La cara va encuadrada en un rostrillo como toca de monja, y en la cabeza tiene una corona.”*

*Colunga, Alberto, Santuario de la Peña de Francia. Historia, Editorial San Esteban, Salamanca, Tercera edición, 1990.

Algunas peculiaridades en la pintura nos remiten al origen español de la advocación. Entre los milagros que rodean a la Virgen, se encuentran algunos sobre la liberación de cautivos.

Esta referencia data de la Edad Media, cuando se suscitaron los enfrentamientos entre cristianos y moros por el territorio hispano; en estas luchas se capturaban soldados de uno y otro bando, y ser prisionero de guerra significaba sufrir una serie de crueles castigos, por lo que se pedía la intercesión divina para conseguir la libertad.

Otra particularidad que tiene la obra es una inscripción que se encuentra en el ángulo inferior derecho de la composición y que dice “EL MAYLLO”. Este nombre hace referencia a un municipio de Salamanca, El Maíllo, cercano al lugar donde Simón encontró a la Virgen; en él se ubica un convento al que se trasladan la mayor parte de los frailes del monasterio de la Peña en invierno.

De todos los santuarios derivados de la Peña de Francia, el más célebre es el de Nueva Cáceres, en Filipinas. La fiesta de “Peña francia” se efectúa, desde hace más de 300 años, en el mes de septiembre, realizando procesiones y oraciones en su honor.

La devoción a esta virgen pasó hacia América, junto con los colonos salamantinos que se establecieron, hacia el siglo XVII, en el Real y Minas de San Gregorio en Nueva Galicia, actual Zacatecas, y en Santo Tomás de Villa Nueva, actual municipio de Villa del Carbón en el Estado de México. En estos sitios se elevaron capillas dedicadas a su culto que perviven hasta la actualidad.