Eugenio Espino Barros es uno de los fotógrafos mexicanos más renombrados de México; en sus imágenes, que incluyen retratos familiares, vistas, paisaje industrial y urbano, quedó registrado parte del acontecer nacional de la primera mitad del siglo XX.
De origen poblano, se estableció en Ciudad de México, donde experimentó en la fabricación de cámaras fotográficas y montó un estudio. En 1909 viajó por toda la República Mexicana fotografiando sitios emblemáticos en todos los estados, como parte del proyecto que culminó en la publicación del álbum gráfico México en el centenario de su independencia, un ejemplar con 384 imágenes de paisajes y edificaciones, cada una con una amplia descripción.
Atraído por la creciente industria, se trasladó a Monterrey en 1930, junto con su esposa y sus hijos. Se enfocó principalmente en la fotografía industrial, comercial y de paisajes; fue el fotógrafo de las empresas más importantes de los años treinta a cincuenta: Fundidora de Monterrey, Cervecería Cuauhtémoc, Vidriera Monterrey, Altos Hornos, entre otras.
El fotógrafo prevaleció en su iniciativa por diseñar y construir una amplia gama de aparatos relacionados al ámbito fotográfico: cámaras, impresoras, ampliadoras, tripiés, así como artefactos y utensilios de revelado. En 1940 constituyó la empresa E. Espino Barros e Hijos S. de R. L. donde con ayuda de sus hijos -Enrique, José, Eugenio y Manuel- se concentraron en el trazo, confección y producción de los aparatos fotográficos NOBA, marca que conjugaba los apellidos de Eugenio. La empresa cambiaría su razón social en 1954 a Espino Barros e Hijos S. A.
Cada uno de los aparatos se sometía a estrictas medidas de fabricación y prueba. Los hermanos Barros experimentaron con diferentes telas, cartulinas y pegamentos para realizar los fuelles, así como en la planeación de las diferentes piezas de latón y metal con el que se armaron. Los acabados, incluyeron herrajes dorados, bruñidos y barnizados que armonizaron con el fuelle y la caoba, principal materia prima de las cámaras.
Los fotógrafos que poseyeron las cámaras NOBA las utilizaron como un símbolo de la calidad y el lujo de su estudio. Los equipos se vendieron por todo el país y se exportaron en buena cantidad hacia Estados Unidos, Guatemala, Cuba, Argentina, Brasil y Alemania.
Los equipos modelos 4 y 5, fabricados entre 1954 y 1965, lideraron el mercado mexicano e internacional, como símbolo de precisión, calidad y estatus para los estudios profesionales.
En 1992, José, único propietario de la fábrica NOBA redujo la producción hasta que en 2003 se decidió el cierre definitivo de la empresa.
Fuentes: Enrique Espino Barros, “Espino Barros e Hijos, S. A. Historia de la fábrica de cámaras NOBA”, Revista Alquimia, INAH.
Felipe Montes, “Eugenio Espino Barros, fotógrafo moderno”, 1er. Congreso Mexicano de Tarjetas Postales, Monterrey, N. L., México, 2008.