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Penates

Cultura Mezcala
Periodo Clásico (200-900 d. C.)
Piedra tallada, acanalada y pulida.
48 x 17 x 11 cm.
46 x 19.5 x 8 cm.
45.5 x 16 x 9 cm.
Colección Museo del Templo Mayor, CONACULTA-INAH

En el territorio del actual estado de Guerrero, durante el periodo preclásico medio (500 a. C.) y hasta el clásico tardío (900 d. C.) se asentaron varias culturas prehispánicas. A lo largo del territorio guerrerense se han conservado vestigios arqueológicos de distinta naturaleza y antigüedad con características urbanas, es decir, zonas ceremoniales, construcciones de mampostería y áreas de trabajo agrícola.

 

Uno de estos sitios es La Organera-Xochipala que formó parte de un sistema de asentamientos distribuidos sobre las montañas de la meseta de Xochipala. Esta zona es una de las más representativas y mejor investigadas de la llamada cultura arqueológica Mezcala, cuyos vestigios se han localizado en un área de más de 22 mil kilómetros que incluye las regiones central y norte de Guerrero y los límites con Michoacán, Estado de México, Morelos y Puebla.

 

La zona arqueológica fue conocida y reportada a fines del siglo XIX por el escocés William Niven, explorador de minas que recorrió gran parte del suelo guerrerense y llegó a interesarse tanto en las ruinas, que realizó numerosas excavaciones y recobró cientos de objetos, entre ellos las pequeñas esculturas esquemáticas de piedra que varias décadas después se conocerían como de estilo Mezcala.

 

Al respecto de estas esculturas, el historiador Alfredo López Austin las definió como de “trazos breves y rectilíneos para representar bellas figuras humanas de cuerpo completo, máscaras, animales, templos y objetos rituales”. Beatriz Ramírez de la Fuente, investigadora histórica, nos dice que las esculturas de Mezcala responden a la idea sobre “la voluntad de la abstracción y el naturalismo”.

 

Las que aquí se presentan se conocen como “penates” y son objetos rituales. Se caracterizan por estar tallados en piedras de diferentes tonalidades verdosas y por su peculiar estilo esquemático que tiende hacia lo geométrico.

 

La belleza y simplicidad de las esculturas de Mezcala han hecho que las piezas sean muy codiciadas. El coleccionismo de estas piezas se incrementó en las décadas de 1960 y 1970; los pobladores de esta localidad sustrajeron miles de piezas, las cuales, en la actualidad, se encuentran en colecciones particulares y museográficas de México y varias partes del mundo.