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Enagua

Adquirida en 1974, posiblemente de mediados del siglo XX.
Cultura otomí
Vizarrón de Montes, Cadereyta de Montes, Querétaro
Lana hilada a mano, tejida en telar de cintura y teñida con añil con técnica de plangi.
Colección Museo de Historia Mexicana

Cuando los europeos llegaron a los territorios que hoy conforman México en el siglo XVI, inició el régimen colonial y, con este, un desigual encuentro entre las civilizaciones de América y del “Viejo Mundo”. Entre las numerosas y profundas transformaciones que este proceso trajo consigo, se encuentra la introducción de nuevas materias primas, tecnologías y estilos para el trabajo textil.

Los europeos introdujeron a la Nueva España los borregos de los que se obtenía la lana e importaron fibras como la seda y el lino. También aportaron instrumentos como la rueca, para hilar, y el telar de pedales o “colonial”. Este último fue asignado a los hombres, a diferencia del telar mesoamericano o de cintura, que se conservó entre las mujeres.

Los nuevos materiales y herramientas fueron apropiados por los pueblos indígenas de diferentes maneras. En algunos casos se adoptaron solo las fibras, manteniendo las tecnologías y las prendas originarias. En otros, se generó una adaptación mixta, como el uso de hilos de rueca para tejer en telar de cintura. También se integraron las técnicas europeas de bordado para decorar las prendas mesoamericanas. Las exigencias de moralidad, pudor y recato por parte de los misioneros y la influencia de la indumentaria castellana se manifestaron en la incorporación de la blusa, la camisa, la falda y el calzón al repertorio de la vestimenta indígena.

De esta época data también la proliferación y perfeccionamiento de técnicas de teñido “en reserva” de posible origen asiático, conocidas como ikat, plangi y tritik, con las cuales se generaban patrones “jaspeados” o dibujos sobre las telas. El diseño de ikat o “jaspe” era tan prestigioso que algunas tejedoras lo imitaban mediante técnicas complejas de tejido. La serie de intercambios con Europa, Asia y África que tuvo lugar en aquellos siglos dio lugar al surgimiento de nuevas prendas, como el gabán y el rebozo, íconos de la indumentaria mexicana.